Por la Ruta de la Seda. Sary Tash

Sary Tash es el ombligo de Asia Central. Esta es la conclusión a la que llegué la noche que allí dormí, sobre las alfombras de una de las habitaciones que las hermanas Ieda reservan a los viajeros sedientos de aventura. Situada a 3 horas en coche de Gulcha, la ciudad más cercana, Sary Tash es el último reducto habitado en dirección a las fronteras china y tayika, allá donde los Pamires son los reyes indiscutibles, majestuosos sietemiles infranqueables.

Los viajeros inquietos que recorren los Pamires han de pasar por aquí en su camino entre Tayikistán, Kirguistán y China. Aquellos otros que recorren la Ruta de la Seda, inexorablemente también la conocerán. Desértica, amable, te caliente. Si vienen de China, posiblemente continuaran en dirección a Osh, pero en caso de ir hacia ella, tendrán que pernoctar aquí, para dirigirse al siguiente hacia el mítico paso del Irkeshtam, por una demoníaca e inacabable pista de tierra y piedras.


Foto: Amanecer en Sary Tash.