La aldea de Yuksom sólo tiene una calle. Es larga como un día sin pan, pues crece alargándose a los dos lados del camino por el que se accede. Si tienes suerte, te dará la bienvenida un rebaño de yaks y de dzos -una mezcla de yak y vaca- impresionantes animales peludos que permiten la vida de los hombres en lugares tan duros como la altiplanicie del Tibet.
Cuatro hoteles, tres restaurantes y un gompa permitirán a los visitantes que llegan siguiendo la Ruta de los Monasterios una agradable estancia. Porque en Yuksom se encuentra el monasterio más antiguo de Sikkim, el Dubdi Gompa, fundado el año 1701.
Al monasterio se accede por un camino empedrado y empinado que se eleva hasta la cima de la colina y por el que blasfemas treinta veces del día en que decidiste visitar el pueblo. Los montículos de los alrededores empequeñecen a medida que asciendes. Se nos muestran cubiertos por una alfombra verde en la que te echarías dejando pasar las horas, sin prisas. Una vez arriba, el pequeño gompa domina la cima. Un gran tejado rojo ribeteado de amarillo ampara una entrada de madera trabajada y pintada de diversos colores, alegres. Unas flores amarillas decoran las inmediaciones, dándo al gompa el parecido de una casa de cuento ambientado en el Tirol.
Foto: Dubdi Gompa, Yuksom, Sikkim (India).
Cedida por Lluis Bono
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