Por la Ruta de la Seda. Turpan.

La historia ha honrado al valle de Turpan rodeándolo de las antiguas ciudades de Gaochang y Jiaohe, de las que han sobrevivido monasterios, pagodas y tumbas, y algunas trazas de pinturas budistas, de mosaicos y de esculturas.

La madre naturaleza lo ha sepultado 154 metros bajo el nivel del mar, sometiéndolo a abrasadoras temperaturas durante el verano y a intensos fríos en invierno.

La mano del hombre ha construido una de las joyas de la arquitectura de la Ruta de la Seda, la mezquita del Emin Khoja, de la que sobresale un precioso minarete cilíndrico de ladrillos de adobe de 44 metros de altura.

¿Y la Ruta de la Seda? La Ruta de la Seda le ha hecho receptor de conocimientos tan valiosos como los karez, una técnica milenaria que recoge el agua de las montañas y la transporta por canales subterráneos hasta las aldeas y los campos, en redes que se extienden a lo largo de más de 1.600 kilómetros bajo tierra.

De la combinación de esta agua y de las elevadas temperaturas, ha florecido un oasis de agricultura que cada temporada regala a sus habitantes el frescor de las peras, el aroma de los melocotones, la melosidad de los albaricoques y el dulzor de unas uvas de tanta calidad, que se conocen en toda China como las mejores del país.

Pero Turpan nos relata que ha sufrido la huella de terremotos, la destrucción de ejércitos y el expolio de exploradores y campesinos, y las antiguas ciudades son ahora un recuerdo de lo que un día fueron. Los karez tienen que descubrirse con la ayuda de un guía local, pues la oficina turística muestra sólo una recreación en cartón-piedra.

¿Y la mezquita del Emin? Esta maravilla rodeada del verdor de las vides a orillas del desierto del Taklamakan, fue capaz de transportarme a los tiempos de la Ruta de la Seda, a los tiempos del cansancio y del polvo, del viaje y del peligro. Su minarete de estilo afgano que se levanta presumido exhibiendo geométricos dibujos florales me hizo recordar el motivo del viaje, oler su historia... y soñar de nuevo.


Fotografía: Mezquita y minarete del Emin Khoja, Turpan, Xinjiang (China)

3 comentarios:

Gus Planet dijo...

Hola Núria: precioso blog, relatos muy humanos y sensibles, bellas fotos y una música que no desentona, vaya descubrimiento he realizado con tú blog!

Escribes desde Tarragona? estuve el año pasado por allí, porque uno siempre visita Barcelona, pero qué del resto de la pródiga Cataluña? y realmente me ha encantado la ciudad (no sé si eres de allí...)

Te enlazaré a mi blog para seguir comtartiendo tus vivencias, que repito, son muuuuuuy humanas, y no es fácil describir sitios, pero sobre todo el alma de la gente.

Gracias por eso !

GusPlanet, Paris, Francia

moncho dijo...

Que maravilla...este verano vamos a llegar a China, pero la zona occidental tendrá que ser para otra vez....demasiados sitios para tan poco tiempo. Como es habitual!
Felicidades por el blog

Manuel Jesús Salguero Carvajal dijo...

Enhorabuena por tu blog. Tan sólo he podido verlo de pasada y creo que buscaré tiempo este otoño para navegar por él más despacio. Un saludo.